Roberto Cavalli interpreta de una manera genial la seducción masculina. Con aires urbanos y con un estilo totalmente asumible (no bufonadas) y ponible, consigue que sus creaciones muestren esa masculinidad mezclada con la estètica y el buen gusto.
Unos diseños sobrios y elegantes con pinceladas de informalidad pero que a cualquiera le sientan a las mil maravillas.